El día 15 de febrero, se celebra el día internacional contra el cáncer infantil, aunque realmente, no nos hace falta un día para acordarnos de ellos, ya que todos los días lo hacemos, pero no está de mas, que se le recuerde a muchos.
Este modesto artículo, aunque va dedicado a todos los que están pasando por esta dura prueba, voy a hablar de una familia, que conozco desde hace muy poco tiempo, pero el suficiente como para que se hayan ganado, no sólo mi corazón, sino mi absoluta admiración.
Fernando y Ana, son padres de dos niños maravillosos, Hugo y Manu, este último, anda un poco malito desde hace un tiempo, pero estamos seguros que todo va a salir genial. Estos padres coraje, junto a muchos otros, están metidos de lleno en una campaña, que seguro muchos conoceréis, y si no la conocéis ya os lo digo aquí, que se llama: Dona médula, dona vida. Fijaos con que poco, podemos hacer algo grandioso, pero bueno, a lo que iba, ¡¡que me despisto!!, Son ejemplo de superación, de valentía, de coraje….pero sobre todo Manu. Este niño me tiene enamorada, bueno, a mi, y a cualquiera que haya seguido un poco su historia, pero cuando me ganó definitivamente, fue cuando después de pasar por un tratamiento, que ya sabemos lo agresivos que son, se puso su ropa, su gorro de lana, y posó para que su padre le hiciese una foto en el ascensor.
Cuando ves esto, te paras y te preguntas: ¿y hay quién anda todo el día llorando por los rincones diciendo: no puedo? ¿vemos de verdad, un problema no saber que vestido comprarnos para una boda, o que corbata va mejor al traje que hay que ponerse ese día? ¿de verdad se acaba el mundo, por que no se puede comprar un videojuego? Mientras haya gente valiente como Manu, o como su hermano Hugo, que está a su lado siempre, veré lo demás como frías vanalidades, que sacan lo peor del ser humano. Mientras haya gente como ellos, o como los muchos que me rodean en el mundo de los “raros”, seguiré creyendo en los valores, en los superhéroes y en que el ser humano es capaz de sacar lo mejor de si mismo, para ayudar a los demás.
Manu, sólo es uno de los millones de casos que hay, y por ellos debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para ayudar, desde alguien tan insignificante como yo, hasta las instituciones más poderosas. No olvidemos, que a pesar de que el eslabón más grande sea el último, cualquiera de los que mantienen unida la cadena, por pequeño que sea, es importante.
Si al final del camino, lo que vemos es a Manu incordiando a su hermano Hugo, y a Fernando y Ana, riñéndoles a los dos, porque no han parado en toda la tarde, entonces sabremos que todo está bien, que la pesadilla ha terminado para ellos. Pero seguiremos luchando por los millones de “Manus” que hay en el mundo, para que sigan soñando despiertos, pero nunca se vayan a dormir, no, hasta que llegue la hora.
Gracias, por permitirme que os usara como ejemplo. Gracias por la lección que nos estáis dando de vida. Siempre estaremos ahí. Hay cosas, que “Dori”, no olvida.
Os queremos.
Mañana, más y mejor.