miércoles, 21 de diciembre de 2016

Pasa la vida...



   

     Hace un rato iba en mi coche, y he pasado por una calle en la que había aparcada una ambulancia, de la que estaban bajando a una anciana entre varias personas, algunas de ellas familiares por lo que he podido observar, la estaban pasando a una silla de ruedas, y en ese momento, la anciana, ha estirado sus brazos y con sus manos ha cogido la cara de la mujer que tenía más cerca. No os podéis imaginar cuánto amor había en esa mirada. No he podido evitar las lágrimas, no sé si porque mi sensibilidad es demasiado extrema, o porque me ha invadido la sensación de lo rápido que pasa el tiempo, y lo mucho que lo desperdiciamos.

     Gastamos energía en cosas superfluas y livianas, mientras dejamos que lo verdaderamente importante pase de largo. Pasamos la vida queriendo tener mejor casa, un coche de última gama, televisiones de cuantas más pulgadas mejor, y consolas donde jugar con los últimos lanzamientos en videojuegos....y dejamos pasar lo importante de mirar a los ojos a las personas que queremos, e incluso a las que no queremos, porque a los desconocidos también podemos dedicarles una sonrisa. Se nos pasa por alto sentarnos a observar muchas de las maravillas de la naturaleza, por mirar una pantalla inerte, en la que pensamos que hay "vida", cuando la verdadera VIDA, se nos está pasando sin darnos cuenta. Gastamos tanto tiempo en odiar, que se nos olvida amar. Nos centramos tanto en cuidar el exterior, que dejamos morir el interior.

     La vida está hecha de momentos, sensaciones, emociones...intentemos no perdernos en el camino, para cuando lleguemos al final, y todo lo material se quede aquí, nos vayamos cargados de lo único que no compra el dinero, ni los avances tecnológicos nos puede dar: el amor.

     Hoy estoy tierna, ¡que le vamos a hacer!

     ¡Feliz vida!

domingo, 11 de diciembre de 2016

Al natural.




      Llevo ya dos años, en los que en el mes de Diciembre, hago balance del año vivido, y como dicen que no hay dos sin tres, aquí va el tercero, y los que espero estén por llegar,  y me muestro al natural,....que a estos años, ya no es maquillarse, ¡¡es restaurarse!! y eso me lleva mucho tiempo.

     Ha sido un año más de aprendizaje, de llegadas inesperadas de gente a mi vida, algunas desde un hangar, otras que ya estaban pero apenas eran un saludo, y se han convertido en casi como de la familia, y la marcha de otras tantas, unas que veré en un tiempo, y otras que no veré hasta que no me marche de este mundo, al que espero dejar de pertenecer dentro de muchos años, y otras que no deseo volver a ver, ni en esta vida, ni en la otra, aunque deseo que les vaya muy bien…lo cortés, no quita lo valiente.

    Un año de proyectos que se han consolidado, otros que se han convertido en humo y otros que aún están en el aire, pero de todos ellos me llevo experiencias inolvidables, momentos irrepetibles e ilusión de que lleguen muchísimos más.

     En estos trescientos sesenta y seis días (no olvidemos que ha sido bisiesto) gente muy cercana a mi, ha superado enfermedades indeseables, operaciones fastidiosas, y han resurgido como el ave Fénix, y de las que he aprendido muchísimo, sobre todo que la mayor parte de las veces, lo peor, saca lo mejor de uno mismo.

    Sigo teniendo a mis padres conmigo, ya octogenarios, pero con una vitalidad, una ganas de vivir, y una energía, que a veces ya quisiera para mí, y que nunca dejan de sorprenderme. Escuchar sus historias, incluso sus discusiones, y ver como a pesar de todo,  de los sesenta y tres años que llevan juntos, siguen sabiendo perdonar y siguen teniendo ese brillo en los ojos, que sólo significa que aún tienen mucho que decir a este mundo, y yo, aún tengo que aprender mucho de ellos. Y mi hijo, que para bien y a veces para no tan bien, me sigue sorprendiendo...pero ¡¡que seria de nosotros sin ellos!! en definitiva, sigo teniendo una familia, (hermana, sobrinas,  cuñado, pareja, allegados, etc ..) en la que a pesar de las pocas o muchas diferencias que tengamos, permanecemos juntos a las duras y a las maduras.

   Creo que este año pediré para el próximo lo mismo de siempre: seguir aprendiendo, queriendo, sonriendo, bailando, disfrutando, poniendo el alma en cada cosa que hago, regalando mi tiempo a aquellos que merecen la pena, y haciendo una coraza para aquellos que quieran herirme. Viviré y dejaré vivir, porque para lo contrario, ya están los vacíos de alma.

     Seguiré fiel a mis principios, aunque ello me lleve a equivocarme, pero tengo claro, que ante todo, y sobre todo, no puedo fallarme a mi misma, ya que haciéndolo, lo hago a quienes quiero.

     Además de desearos una Feliz Navidad, como no todos sois creyentes como yo, os voy a desear una FELIZ VIDA, cada cual como quiera vivirla, porque si algo nos une de verdad, no es la religión, ni la política, ni un equipo de fútbol….es vivir con pasión cada minuto de este regalo que nos ha sido dado, es aprovechar cada segundo con la persona que quieres, es no dejar escapar los momentos de felicidad, es hacer por los demás, más de lo que harías por ti mismo, es mirar a tu prójimo y ver en sus ojos tu reflejo, es pasar por la vida pisando tan fuerte, que tus huellas queden tan impregnadas, que tus hijos puedan seguirlas, y así, entre todos, hacer de este un mundo mucho más llevadero.

     Sí, es posible que sea mucho rollo, e incluso a veces demasiado moñas, pero ¡que le vamos a hacer, “la Marlo” también tiene su lado tierno!

    ¡Feliz Navidad!  ¡Feliz Vida!

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Hugo: el roba corazones.






     Últimamente, mi tiempo está cronometrado al milímetro, pero hoy, he tenido que sacar un ratito para mi, para mi desahogo, para mi MOMENTO…ya sabéis, (o si no lo sabéis os lo cuento), ese ratito en el que suena de fondo una música que me apasiona, con cuatro voces que me tienen enamorada y que forman parte de mi día a día, mi ordenador, y mis pensamientos, algunos de los cuales os transmito, y ya depende de vosotros, leerme o pasar de mi, cualquiera de las dos opciones, es válida.

     Hoy vengo a contaros, la última de mis ocurrencias, que aunque estresante en estos últimos días, es de las mejores que he tenido en mi vida. No se si sabéis que soy presidenta de una asociación de enfermedades raras que se llama AMEDER, ya que mi hijo tiene una de ellas, Fiebre Mediterránea Familiar, (sin tratamiento, ni cura) y ante la soledad que sentimos desde que se nos presentó una Navidad, hace unos cinco años, decidimos ayudar a aquellos que estuviesen en nuestra misma situación. 

     En estos años, se han ido uniendo familias a las que ya consideramos nuestras, algunas de ellas con casos muy, muy especiales, como el de Súper Hugo, un niño de diez años, que desde que lo conocí hace unos tres años, me robó el corazón. Hugo tiene Delección en el Cromosoma número 7, y entre otras cosas, tiene problemas de crecimiento, auditivos, visuales, bucales, alérgicos, etc, etc, etc….

     Un día, no hace muchas semanas, pensé que lo mejor que podía hacer, si alguien me seguía en mi locura, que así ha sido, era organizar una gala solidaria para recaudar fondos para los audífonos que le hacen falta a este granuja roba corazones, y si podía conseguir algo más para sus tratamientos, logopedia, fisio, y demás cosillas, mejor que mejor, (ya que sus padres, Rosa y Jose, son tan, tan, tan discretos, que jamás se han quejado de nada, a pesar de todo lo que llevan pasado, y gastado, que no es poco) y dicho y hecho, primer sufridor en cogerme el teléfono, Javi Campelle, que fue tan temerario de seguirme y apoyarme, en tan bendita locura.

     Empezamos a darle forma al proyecto, y cuando ya lo teníamos encauzado, se lo comunicamos a los padres…bueno, en ese momento creí que su madre me iba a meter un sartenazo de los que hacen época, ya que la cara que puso era más bien de “corre que te escamocho”, pero cuando reaccionó fue para llorar, y aunque suene mal, ¡¡que alivio sentí!!. Al día siguiente, lo pusimos en las redes sociales, y creo que no le había dado aún a publicar, cuando el teléfono empezó a sonar: la respuesta fue increible.

     Tanto los que conocían al niño, como los que no, empezaron a querer colaborar en nuestra Primera Gala Solidaria de Navidad AMEDER #poryparaHugo, que se celebrará en la Plaza de la Iglesia de Pilar de la Horadada, el próximo día 18 de Diciembre, y que seguro, será una gran fiesta, la fiesta de la solidaridad, en la que nos estamos viendo desbordados por la respuesta recibida, pero también por las muestras de cariño.

     ¿Pero sabéis que es lo que más me emociona? ver a mi pueblo unido, como hace treinta años, cuando no teníamos ayuntamiento. Aquí una vez más no importa la política, ni la religión, ni las rencillas personales…sólo importa Hugo, su familia, y un pueblo volcado en algo que realmente merece la pena. Este es el pueblo que yo conocía, esta es mi gente, y no puedo estar más orgullosa de todos y cada uno de vosotros….bueno, menos de las lenguas viperinas, que en todos sitios tiene que haberlas, y a las que sólo les diré un par de cosas: la primera, decidme que no haríais por vuestros hijos, pues lo mismo que haríais por los vuestros, debéis hacerlo por los de los demás, y la segunda, espero, de corazón, que jamás os veáis en estas situaciones, y aún así, si algún día lo estáis, sabed que también estaremos aquí para ayudar a vuestros hijos, y que nuestro pueblo, se volcará de la misma forma.

     Gracias de nuevo, a todos, por esta respuesta, vecinos, comercios, empresas, voluntarios, etc… Gracias compañero de vida, por seguirme, apoyarme y estar codo con codo conmigo. Gracias a toda la familia y amigos de Hugo, por las facilidades y la ayuda que nos están dando. Al Ayuntamiento al completo por su colaboración, e interés. A todos los que formáis este pueblo, por la acogida de esta iniciativa, y a las muchas personas tanto de España como del extranjero, que nos hacen llegar sus mensajes de cariño.


    ¡Feliz vida!