miércoles, 8 de junio de 2016

Ya voooooyyyyyy.....






        ¿Os suena de algo, el “ya voy”?, por que yo no se a vosotros, pero a mi me saca de quicio. 

Creo que es una frase, que nos implantan en el subconsciente, y que al llegar la pubertad, se nos activa, como en la película “in time”, que llegada una edad el reloj se ponía en marcha (bueno, ese reloj era más maléfico), pero por comparar. Pues eso, llegada esa aborrescencia, ese “palabro bonito”, empieza a ser usado en todo: Cielo, ¿puedes traerme la camiseta que tengo en el cajón?, contestación: ya voy... Cariñooo, (ya con tono más cabreado y habiendo pasado media hora), ¿puedes traerme la puñetera camiseta?, ellos con el mismo tono, y en la misma postura que estaban: ya voyyyyy...(encima ya lo sueltan con rintintin), y de repente, como ya llevamos mili hecha, le decimos: Anda, ¡menudo cochazo hay aparcado en la puerta!, y antes de que acabes de decir “puerta”, ya lo tienes a tu lado, así que lo miras y le dices: ¡Anda, si te puedes mover y todo! ¿me has traído la camiseta?

Da igual la pregunta que hagas, como la hagas y en el tono que la hagas, la contestación es siempre la misma. ¿Pero que pasaría si se lo hacemos nosotros?, nos ponemos en situación.

Ese sábado por la noche que quieren salir con los amigos, y además ese sábado, te toca a ti estar de taxista, (que esa es otra, pero bueno, eso ya lo hablamos en otro momento) y él ya está arreglado como una hora antes, por que está deseando verse con sus amigos. 

        -Mamá, ¿te falta mucho? Tú, que aún estás en plan cómodo, viendo una peli tranquila en el sofá, le dices: ya voy. A la media hora, ya empieza a desesperarse, y te vuelve a preguntar, ya con tono más preocupado: Mamaaaaa, pero ¿te falta mucho?, y tú con tono tranquilo y pasota, le vuelves a contestar: ya vooooy. Él que piensa: ¡ya está! verás como deja de ver la película (y tú que ya te los estás esperando) y te suelta: ¡Madre mía, que cochazo hay en la puerta! y tú le sueltas: ufff, ¡por que no has visto el que hay aparcado en la calle de atrás desde esta mañana! y antes de que termines de decir la frase, ya escuchas la puerta, por que se ha ido corriendo a ver el coche de la calle de atrás. 

Y ahí viene el momento apoteósico, cuando estás esperándolo detrás de la puerta, muerta de la risa, y ves esa carita, y puedes leer perfectamente lo que está pensando, aunque hay algunas cosas que mejor no leerlas, y cuando entra cabizbajo en casa, y tú piensas que es por que se ha dado cuenta de que le has tomado el pelo, y va y te suelta: ya me lo podías haber dicho antes, se lo han llevado. En ese instante, te das cuenta, de que a pesar de creerse el Rey del Mundo, sigue siendo un niño inocente, que lucha por entenderse y coger su sitio en el mundo.

Eso si, siempre seguirá fastidiado, por que nunca vio ese “cochazo” que tú si que viste, por que ese secreto se irá contigo....bueno, ahora ya no.

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