Soy una mujer baja, gorda, nada guapa, pero eso no me impide, que muchas veces me mire al espejo y diga: chica, ¡pues no estás nada mal! Soy feliz, con lo que tengo y con lo que soy, pero claro, esta sociedad hipócrita en la que vivo, no me puede dejar ser feliz, así, tal cual, ¡no!, tiene que enseñarme hasta la saciedad, en publicidad, informativos, y demás medios sociales, que para ser feliz tengo que ser perfectísima de la muerte, y lo siento, ¡pero me niego!
Soy feliz, porque cada mañana cuando abro los ojos, la vida me da una nueva oportunidad para seguir viendo crecer a mi hijo, para seguir abrazando a la gente a la que quiero, e incluso para seguir trabajando y pagando letras del banco, que no es igual de emocionante, pero me toca joderme y hacerlo....pero aún con todo eso, soy feliz.
Soy feliz, porque no intento ser más que nadie. Porque veo a los demás como compañeros de viaje, y no como objetos a los que usar y tirar según mi conveniencia. Porque me da igual, que quien camina a mi lado, sea hombre o mujer, ya que todos somos iguales, sí, iguales....pero esto mejor otro día, que es tema largo.
Soy feliz, porque decir que no lo soy, sería insultar a aquellos que sufren cada día por guerras, enfermedades, catástrofes....¿y me voy a permitir el "lujo", de decir semejante gilipollez, por qué estoy gorda? ¿O tal vez por qué mi nariz no es la adecuada? ¿O por qué tengo una teta más alta que la otra? ¡Tranquilas, que ya se pondrán las dos a la altura! ¡Todo tiene solución! ¡El tiempo y la gravedad se encargan de ello!
Y me parece muy bien, que quien se quiere operar que lo haga, quien quiera machacarse en el gimnasio, por supuesto, ¡adelante! Pero si yo no os juzgo y os dejo ser felices con vuestras dietas, tallas y retoques, que mínimo, que me dejéis ser FELIZ a mi, con mis kilos, mis arrugas, y mis neuras.
Mañana, más y mejor.
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