sábado, 30 de enero de 2016

¿Sólo un día de la Paz?


   30 de Enero, día de La Paz. 

     ¿Qué a la ligera tomamos esa palabra verdad? una palabra que significa todo, y sin embargo para otros no significa nada. 

     Cada día, en muchos lugares del mundo, gente muere por causa de las guerras y por daños colaterales. No nos ponemos a pensar, en que mueren historias de amor, sueños, promesas, y todo, por otras personas a las que no le importamos en absoluto, que sólo quieren poder, dinero, lujos, posesión de tierras...¿acaso no se dan cuenta de que la tierra sólo pertenece a ella misma? nosotros simplemente somos huéspedes, porque ella es generosa y nos deja vivir aquí. No nos damos cuenta, de que nosotros somos propiedad de ella Y no al revés, y todos y cada uno de nosotros nos iremos de aquí a su debido tiempo y no nos llevaremos a la tierra con nosotros, sino que pasaremos a formar parte de esa tierra, por la que tanta sangre se ha derramado y por desgracia, se seguirá derramando. 

     Decimos "luchar", por dejar un mundo mejor a nuestros hijos, y no nos damos cuenta de que esta lucha, lo único que consigue, es hacerle la vida imposible, y que la verdadera lucha, no requiere de armamento.

      El ser humano es egoísta por naturaleza, no somos capaces de pensar que el de enfrente sufre como uno, sangra como uno mismo, siente como uno mismo...todo sería tan fácil respetando, sin importarnos de que sexo seamos, con quién nos acostemos o con quien decidamos pasar nuestra vida, o en quien creemos. Es tan sencillo, como respetar y que te respeten, pero hay quien se empeña en que si no eres como ellos, no mereces vivir, si no piensas como ellos, no mereces vivir, si no matas con ellos, no mereces vivir... o conmigo, o contra mi. 

     Obviamente todo es una utopía,  es imposible hacer que en el mundo no haya una sola guerra. Como sueño es precioso, como realidad imposible. Mientras el mundo sea mundo, o más bien dicho, mientras los humanos seamos humanos, siempre cometeremos fallos, siempre habrá ambición, en mayor o menor medida siempre habrá quien quiera imponer su ley por encima de otras, siempre habrá quien no entienda ni quiera entender, que no todos son como ellos, pero siempre también habrá gente que merece la pena y por ellos, por esa gente, debemos mantenernos firmes y seguir pensando que la paz algún día será posible, porque yo sí quiero dejar un mundo mejor a las nuevas  generaciones, pero aún queda mucho por trabajar, y debemos empezar en nuestros propios hogares, ese es el comienzo, y tristemente, muchas personas, encuentran la muerte en sus propios hogares, de manos de quien debía quererlos y protegerlos.

      No me importa como vistas, no me importa como pienses, no me importa en que Dios creas, ni de qué color tengas tu piel, sólo pido respeto, el mismo que yo doy, y así sólo así, con la comprensión y con la tolerancia (no confundamos tolerancia, con que yo sea tonta), algún día, llegaremos a entendernos, hasta entonces la vida es sueño, y los sueños, sueños son.

     Os deseo lo mejor en vuestra vida, por qué si vosotros sois felices, yo también lo seré.

     Mañana, más y mejor.

lunes, 18 de enero de 2016

Estoy pensando....

  



   Estoy pensando, en que la vida es más fácil de cómo la hacemos. 

     Estoy pensando, en que este viaje es muy corto, como para ir perdiendo tiempo en el camino.

     Estoy pensando, que quiero ser feliz, y no derramar más lagrimas de las necesarias. 

     Estoy pensando, que cuando algo me molesta, cuando hay piedras en el camino, lo mejor es saltarla, sin pisarla, y no volver a pasar por el mismo sitio, así evitaré la misma piedra. 

     Estoy pensando, que no voy a poner buena cara a quien no me apetezca, porque no estaría siendo leal a mí misma.

     Estoy pensando, que quien me quiera, tiene que ser tal cual soy, quién no, sobra en mi vida.

     Estoy pensando, que pasar por la vida sin amar, es estar muerto en vida, y yo me siento muy viva.

     Estoy pensando, que no quiero malgastar mi tiempo, en gente que no merece mi respeto.

     Estoy pensando, que no hay nada mejor para curar el alma, que los amigos de verdad.

     Estoy pensando, que cuando mi viaje acabe, y tenga que partir, quiero que mi maleta vaya cargada de lo único que me puedo llevar, y no es nada material.

     Estoy pensando, que quiero irme cargada de amor, de respeto, de cariño. Es el mejor equipaje para un largo viaje. Todo lo demás, odio, rencores, discusiones, y otras frivolidades, son un lastre, que no merece la pena sembrar, por qué aquí no son necesarias esas cosechas, y en el viaje definitivo, son un lastre que dejamos a los que se quedan aquí para que la recojan ellos, y si de verdad amamos a los que aquí tenemos, no podemos dejarles esa herencia.

     Aunque, también es cierto, que si antes de irme, espero que falten muchos años, le doy una patada en la boca (no literalmente, por supuesto, aunque ganas no falten), a más de uno, el equipaje sería muuuuuuucho más ligero, y de eso se trata, ¿no? 😜

Mañana, más y mejor.

viernes, 15 de enero de 2016

No me gustan l@s "joputas"...




     Hay gente, que día tras día, se empeña en hacer la vida de los demás complicada, incluso si la convierten en un infierno, mejor que mejor.

     Lo curioso de todo esto, es que disfrazan su falta de empatía con el resto de la humanidad, actuando como si fueran personas honorables...y nada más lejos de la realidad.

     En nuestro día a día, unos más que otros, nos encontramos con gente de esta calaña. A veces los vemos venir a distancia, pero en la mayor parte de los casos, son lobos disfrazados con piel de cordero, o lobas, que en este tema, hay que tener en cuenta ambos géneros.

     Gente sin escrúpulos, que no son capaces de frenar, ante nada ni nadie, a pesar de que las consecuencias de sus actos, puedan estar dañando a gente a la que quieren, bueno, o piensan que quieren, por qué sinceramente, no quiero a nadie en mi vida, que me "quiera" de esa manera. Ya sé que ha sonado muy redundante, pero es lo que hay.

     Sólo concibo una forma de pasar por esta vida, y es haciendo feliz, o al menos intentarlo, a la gente que me rodea, e incluso a los que no conozco, porque nuestra forma de actuar, es lo que nos define como personas. Y ciertos personajes, siguen existiendo, por qué de todo tiene que haber en este mundo, pero yo desde luego, en mi vida, sólo admito gente que me aporte cosas positivas, ya que las que aportan cosas negativas, para mí, están de menos.

     Pero una pregunta, el/la borde, ¿nace, o se hace? Pues yo creo que nace, pero a base de entrenamiento, llegan a ser profesionales en toda regla, sino, no se entiende, que cierta clase de personajes, lleguen a tener el "hijoputismo" tan alto. Eso sí, las dotes interpretativas, que se gastan para convencer al resto del mundo, de lo mal que les trata la vida, son dignas de un Óscar.

     Mañana, más y mejor.
     

martes, 12 de enero de 2016

Yo también fui a EGB


     


     Somos una generación afortunada, y aún no somos conscientes de cuánto. 


     Hemos crecido en libertad, no hemos conocido las prohibiciones, ni las guerras, ni él hambre. Hemos ido al colegio, hicimos la EGB, para mí, el mejor formato que ha habido hasta la fecha. Nuestros padres nos dieron la opción que ellos no tuvieron de seguir estudiando, que por supuesto habrá de todo, pero no había las mismas facilidades y oportunidades que hay ahora, sobre todo para los que no eran de ciudad.


     Hemos jugado en la calle, nos hemos peleado y hemos hecho las paces a los cinco minutos, sin meter a nuestros padres en ello, y si lo hacían, era para decir: ¡nada, ni caso, cosas de críos! Nos hemos hecho sangre en las rodillas, y con un poco de "mercromina" todo estaba solucionado. 


     Los Reyes Magos, traían lo que podían, que los camellos no estaban tan fuertes como ahora, y nos daba igual, éramos felices con lo que había. La mayor parte de veces, la ropa nos la hacían nuestras madres, y lucíamos orgullosas nuestros modelos, ¡me río yo de la pasarela Cibeles! Teníamos dos o tres pares de zapatos, con suerte, y los cuidábamos con mimo.


     Veíamos la tele en blanco y negro, y un ratito al día, y cuando nuestros padres decían: ¡se acabó!, no había más discusión, ¡y eso que éramos el mando a distancia! Teníamos el mismo respeto por ellos, que por nuestros profesores, ya que ellos, eran los que decidían, no nosotros. Además, si no hacías caso de unos y otros, tú madre decía la famosa frase de: ¡ven, si no te voy a pegar! 


     Un ¡no!, era sagrado, y no nos traumatizaba. Compartíamos juguetes, y si no los había, los inventábamos, de hecho, el mío preferido, era que mi hermana, me construyese un coche o un camión, con una caja grande de cartón.


     ¿Qué nos ha pasado? ¿En qué momento hemos perdido el Norte? ¿Por qué los niños, ya no son niños, sino seres pegados a un monitor?  ¿Dónde han quedado los valores que nos enseñaron a nosotros? ¿En qué momento del camino nos hemos despistado? ¿Por qué nos empeñamos en desenterrar un pasado, que nosotros no hemos vivido, y que no nos favorece en nada, en lugar de buscar lo que nos une?


     Quiero volver a ser niña. Volver a recuperar la inocencia perdida. Cerrar los ojos y dejar volar la imaginación, y que me lleve, donde jugaba hace años. Donde no había rivalidad, ni odio, ni juicios sin sentido. Donde los sentimientos eran puros, y el futuro esperanzador. 


     Espero que todos despertemos a tiempo, sigamos unidos, y hagamos que todo por lo que trabajaron nuestros padres, merezca la pena. 


    Mañana, más y mejor. 


     


     


     


     

     



Ana Marlo

domingo, 10 de enero de 2016

Cualquier tiempo pasado....¿fue mejor?


     ¿Por qué cualquier tiempo pasado fue mejor? Me he dado cuenta, que sea la generación que sea, siempre cualquier tiempo pasado fue mejor. Le pasó a mis abuelos, a mis padres, ahora me pasa a mi, y estoy segura de que a mi hijo le pasará.

     Sobre todo nos pasa, cuando de adultos, las cosas no salen como quieres. No nos preparan para que las cosas que soñamos, la mayor parte de las veces, no lleguen a buen puerto, cuando suele ser lo más probable y posible. Ponemos las expectativas tan altas, que la realidad nos decepciona.

     De pequeños todos soñamos con hacer grandes cosas, y cuando somos mayores y no hemos logrado, todo aquello que alguna vez imaginamos que así sería, nos hundimos. Y no nos damos cuenta, de qué equivocados estamos, de que si hemos logrado muchas cosas, y sobre todo, de lo mucho que hemos aprendido.

     Yo quería ser veterinaria, tener una casa enorme, casarme con él amor de mi juventud y tener unos hijos súper estudiosos que, a su vez, llegarían a ser lo que quisieran. Pues bien, no soy veterinaria, soy esteticien, además, tengo una tienda friki, una casa humilde, y un hijo, que lo que es estudioso....como que no, ¿pero sabéis?, me siento orgullosa de lo conseguido, ¿por qué?, muy sencillo, os explico. El no casarme con ese primer amor platónico que todos tenemos, me ha dado la oportunidad de conocer a otras personas, que de otra forma no habría podido ser. El tener a mi hijo joven, me ha ayudado a ver la vida de forma diferente a como la veían mis amigas, tenía una responsabilidad muy grande, cuando aún tenía edad de divertirme, pero disfruté de cada minuto, de otra manera, pero lo hice.

     Me gusta mi profesión, por qué me ha permitido conocer gente muy interesante y variopinta, que de otra forma no habría conocido. Mi casa, no es un lugar lujoso, pero es mi hogar, y eso es mucho más de lo que pueden decir algunos que poseen grandes mansiones. Y me siento orgullosa de mi hijo, por qué ante todo y sobre todo, es buena persona, y eso, es el mejor legado, y la mejor carrera, que podemos dejar a nuestros hijos. Está claro, que estudiar es esencial, pero nunca nos olvidemos de educar buenas personas, que ya ellos se encargarán de ser buenos profesionales, sea lo que sea, lo que decidan hacer.
     
     Recuerdo años anteriores, muchas veces con lágrimas en los ojos, pero todo eso, me ha traído hasta hoy, me ha forjado como persona, y sé que aún me queda mucho por aprender, mucho por leer, mucho que amar, y muchísimo que vivir. 

     Lo importante es mirar al pasado, con "morriña", al presente con orgullo, y al futuro con esperanza, y que el mejor tiempo, es el vivido.

     Mañana, más y mejor.

     

jueves, 7 de enero de 2016

Soy FELIZ y punto.








     Soy una mujer baja, gorda, nada guapa, pero eso no me impide, que muchas veces me mire al espejo y diga: chica, ¡pues no estás nada mal! Soy feliz, con lo que tengo y con lo que soy, pero claro, esta sociedad hipócrita en la que vivo, no me puede dejar ser feliz, así, tal cual, ¡no!, tiene que enseñarme hasta la saciedad, en publicidad, informativos, y demás medios sociales, que para ser feliz tengo que ser perfectísima de la muerte, y lo siento, ¡pero me niego!

     Soy feliz, porque cada mañana cuando abro los ojos, la vida me da una nueva oportunidad para seguir viendo crecer a mi hijo, para seguir abrazando a la gente a la que quiero, e incluso para seguir trabajando y pagando letras del banco, que no es igual de emocionante, pero me toca joderme y hacerlo....pero aún con todo eso, soy feliz.

     Soy feliz, porque no intento ser más que nadie. Porque veo a los demás como compañeros de viaje, y no como objetos a los que usar y tirar según mi conveniencia. Porque me da igual, que quien camina a mi lado, sea hombre o mujer, ya que todos somos iguales, sí, iguales....pero esto mejor otro día, que es tema largo.

     Soy feliz, porque decir que no lo soy, sería insultar a aquellos que sufren cada día por guerras, enfermedades, catástrofes....¿y me voy a permitir el "lujo", de decir semejante gilipollez, por qué estoy gorda? ¿O tal vez por qué mi nariz no es la adecuada? ¿O por qué tengo una teta más alta que la otra? ¡Tranquilas, que ya se pondrán las dos a la altura! ¡Todo tiene solución! ¡El tiempo y la gravedad se encargan de ello!

     Y me parece muy bien, que quien se quiere operar que lo haga, quien quiera machacarse en el gimnasio, por supuesto, ¡adelante! Pero si yo no os juzgo y os dejo ser felices con vuestras dietas, tallas y retoques, que mínimo, que me dejéis ser FELIZ a mi, con mis kilos, mis arrugas, y mis neuras.

     Mañana, más y mejor.

miércoles, 6 de enero de 2016

La ventana del trastero.


     Nueva aventura, nueva locura. El trastero de Marlo, estará dedicado, a esas ideas que se me pasan por la cabeza, por mi particular trastero, donde a veces almaceno demasiado, y al abrir la puerta, todo se desborda.

     En muchas ocasiones, intento ser políticamente correcta con cualquier tema, y lo consigo, pero otras veces, se queda en el intento. No es un blog con temas fijos, sino simplemente un lugar, donde me expresaré, sin menospreciar, ni insultar, pero si diciendo en cada momento, lo que pienso y siento, sin tener la intención de gustar a todo el mundo, ya que eso es imposible.

     Intentaré, como siempre, abordar esos temas que me apasionan, o me sacan de quicio, de la única manera que se, con mi particular sentido del humor, a veces ácido, a veces....inexistente, a veces...se queda en el trastero.

     Queda inaugurado, este rincón, donde todo tiene entrada....o salida. Para esta primera vez, he elegido una foto de mi amigo Vicente Arenas como presentación, ya que es justo lo que quiero expresar. Esa ventana que se abre ante mi, para que todo lo que hay en ese trastero, se vaya oxigenando. 

     Mañana, más y mejor.