martes, 30 de mayo de 2017

Sueños de juventud.








     Hago una pausa de trabajo, y hoy suena de fondo uno de los grupos que más me marcaron en mi juventud, Tennessee. Una banda que se formó en el año 1978, cuando yo tenía sólo cuatro añitos, así que sus primeros pasos y los míos, empezaron casi al mismo tiempo. Debe ser que ya estaba destinada a ir a su ritmo, y caminar juntos en esta vida, a pesar de las distancias en todos los sentidos.

     
     Creo recordar, que por el año 1986 me regalaron mi primera cinta de cassette, alguien que hoy ya no está en este mundo, y que me conocía muy bien, me la trajo como regalo de un viaje, y eran ellos, Tennessee.  Entonces yo, ya vivía enamorada de Elvis, y de un señor que era muy duro, que por entonces yo no sabía su nombre, poco tiempo después supe que se llamaba Johny Cash, y de otras tantas voces que desde el otro lado del charco hacían que mi piel se erizara cada vez que las oía, cosa que no me pasaba con otros estilos….el rock´n´roll, la buena música estaba en mis venas, y ahora entraban ellos. En este tema ha habido y seguirá habiendo mucho que hablar, pero a mi, me conquistaron desde el minuto cero.

     Fueron pasando los años, y siendo una adolescente rebelde, con causa o sin ella, ellos me acompañaban en mis buenos y malos momentos. Eran cuatro chicos, que siempre tenían la letra acertada para mi estado de ánimo, o quizá así lo quería yo, aunque fuese sin querer. Con su música soñaba despierta, y dormida soñaba con volver a escucharla. Pero como todo en la vida evoluciona, y cada cual busca un camino diferente, en el año 94 o 95, no me acuerdo muy bien, el grupo se quiebra un poco….y yo con ellos, ya que prácticamente desde que tenía uso de razón estaban conmigo.

     Muchos grupos formaron parte de mi juventud: Los Rebeldes, La Frontera, Revolver, Los Secretos, Rey Luy, Danza Invisible, Loquillo y los Trogoditas, La Unión, Platero y tu, Radio Futura, Nacha Pop….¡¡¡no sigo, que la lista nacional e internacional no terminaría!!! Pero ellos, eran otra historia, con ellos nació el Du-Dua español (si en algo me equivoco corregidme).

     Al paso de los años, y de que mi vida diese muchas vueltas, conozco a Roberto (vocalista del grupo) en un festival de Rock´n´Roll que organizo junto con unos amigos, y al que él asiste como público. Os juro, que lo primero que pensé cuando me lo presentaron fue: ¿Este tío se mete en formol o que? Creo que no lo dije en voz alta, pero vamos, a lo despistada que soy, tampoco me extrañaría. ¡No habían pasado los años por él! ¿¿¿eso como se hace??? Al margen de eso, ¡que me lío! no os podéis imaginar como me sentí, volvía a ser una adolescente emocionada de tener a alguien que para mi era inalcanzable, al alcance de mi mano, y su simpatía y cercanía, sólo hicieron que lo admirase aún más.




     Pocos meses después, conocí a Isidro y a Amancio, ¿qué os puedo decir? si me enamoraron como grupo, también lo hicieron como personas. Isidro pegado a su sonrisa, y Amancio con su ternura, me hicieron admirar más aún a este grupo tan, tan especial, porque a pesar de ser tan diferentes, hay algo que tienen en común, y es que son generosos, cariñosos, terrenales, entregados a su público, y muy solidarios. 



     Desde entonces, cada vez que los he necesitado, ahí han estado. Cada vez que puedo, mucho menos de lo que me gustaría, voy a verlos, porque son momentos únicos e irrepetibles. 

     Gracias a los tres por ser parte de mi vida, y sobre todo, por dejarme ser un poquito parte de la vuestra. 

     Soñaba de adolescente en mi vida adulta, y ahora tengo sueños de juventud. 

     Se que me quieres, yo a ti también….

     ¡Feliz vida!

     Ana Marlo.


PD: Amancio, ¡¡¡si no pongo esto, reviento!!! (se que tu lo vas a apreciar. Adjunto foto ;) )






     

domingo, 21 de mayo de 2017

Con complejos y a lo loco.






     Sí es cierto que os he hablado varias veces de estas cosas de estar gorda y tal, y me lo tomo con mucho humor, e intento no darle importancia….pero la tiene, y hoy, voy a abrirme a vosotros y contaros mi verdad.

     Siempre me ha gustado muchísimo arreglarme, maquillarme y ponerme mi pañuelo rockero en la cabeza, o dejarme el flequillo tapándome el ojo derecho, depende de como me levantase esa mañana. Daba igual el día de la semana que fuese, o que no saliese de casa, era lo que me gustaba, porque yo me gustaba. 

     Por varios motivos, comienzo a coger mucho peso, y os puedo asegurar, que en la mayor parte de ocasiones, no es sólo por comer como si no hubiese un mañana, sino que otros problemas de salud se esconden tras esos kilos que los que somos propensos a engordar cogemos. Conforme va pasando el tiempo y me encuentro más pesada, menos ganas tengo de hacer cosas, porque no quiero que la gente me mire, y se convierte en la pescadilla que se muerde la cola. Sí, a pesar de que siempre bromeo con mi gordura y mis cosas, es simplemente una armadura, una coraza para que no me dañen, porque hace mucho tiempo aprendí, que si tú eres la primera que te metes contigo misma, evitas que te hagan aún más daño.

     Se ha puesto muy de moda en estos últimos tiempos lo de la belleza interior, y está muy bien, pero es más bien algo que la mayor parte de gente, no toda, afortunadamente, lo dice con la boca pequeña, porque decidme, si tan importante es la belleza interior, ¿por qué cada vez hay más culto al cuerpo? ¿Cuidarse?, ¡por supuesto!, pero todo lo que se convierte en una obsesión, al final acaba por hacerte daño, o engorda tanto el ego de la otra persona, que acaba destrozándote a ti. Personas que te paran por la calle para preguntarte porque te has puesto tan gorda….o incluso algunos que te lo gritan cobardemente desde un coche. 

    Con todo lo que hoy escribo aquí, no pretendo deciros que estoy en posesión de la razón absoluta, ¡para nada!, pero es mi verdad, mi realidad, mi día a día, y mi calvario. Sí, calvario, porque aunque afortunadamente estoy rodeada de gente que me quiere, porque así me lo hacen sentir, también con una mirada dicen mucho, sin pretender hacer daño (otros no, atacan directamente), por eso intento esconderme tras mis gafas de sol, mi chandal, y mi humor ácido, prefiero autolesionarme emocionalmente, antes de que lo haga otro, ya que de mis heridas me recupero, pero de las causadas por otras personas, ajenas o no, se clavan como cuchillos en mi alma, puede sonar cursi, muy posible, y diréis que no tengo que hacer caso, también tendréis razón, pero lamer esas heridas, es mucho más doloroso.

     No sabéis las lágrimas que he llegado a derramar, y las que sigo derramando por este motivo. No se como explicar lo que siento para que me entendáis. Es una lucha interna agotadora. Es querer mostrar al mundo que no te importa lo que piensen o digan de ti, pero al final si importa, porque sufres, te vas encerrando cada vez más, y hay días en los que apenas tengo ganas de salir de casa, y si lo hago, voy siempre a los mismos sitios, a mi zona de confort, para no sentirme más frágil.

     Cada vez que piso la calle, a pesar de mi sonrisa, a pesar de que todos piensan que soy una mujer fuerte sin complejos….me da la impresión de ir sin ropa, me convierto en una persona que esconde sus miedos tras sus pasos firmes y seguros. Se que hay cosas peores, lo se, y me da mucha rabia sentirme así, pero es inevitable sentir dolor, soy humana y para nada perfecta.

     Todo esto es fruto de años y años de sufrir acoso en el colegio, miradas y comentarios despectivos en el instituto, y encontrarme con personas sin alma en algunos momentos de mi vida. Y sí, hay mucha gente a mi alrededor que me dice lo válida que soy, que no importa el físico, y así debe de ser, pero ¿no os ha pasado, que os pueden decir millones de cosas bonitas, que sólo una palabra con mala intención os hunde? Por eso cuido a la gente que me rodea, sean conocidos o no, porque una palabra puede hundir la vida de una persona, y no me lo perdonaría nunca. Me gusta mirar a los ojos de la gente, porque normalmente ellos cuentan la verdad.

     Pero seguiré siendo como soy, con más kilos o con menos, guste o no guste. Porque a pesar de mi desorden mental, a veces para bueno, a veces no, quien me quiera con mis kilos, me querrá sin ellos, y los que sólo me quieren sin kilos…¡pues que les den! porque entonces, queda claro que no me quieren. 

     Mañana será otro día lleno de oportunidades. Mañana, vuelve a salir el sol. 

     Esta es mi alma desnuda. Esta soy yo, ¡con complejos y a lo loco!

     ¡Feliz vida!