jueves, 30 de junio de 2016

Gafe: ¿nace, o se hace?



 

     Esta semana, está siendo más extraña que de costumbre. No sé si es que los astros se han puesto de acuerdo para joderme, en el peor significado de la palabra, o son una serie de catastróficas desdichas, de las que por ser de naturaleza "chancli", término que mi hermana utiliza para llamarme torpe, no choni, desde que un día de Nochevieja, hace muchos años, me gané a pulso....pero eso, para otro día. 

     Nos ponemos en antecedentes: Primer día, debí ya levantarme con el pie izquierdo, puesto que fue ya un día difícil, lleno de tropezones tontos, que ya anunciaban lo que estaba por venir, eso, sin olvidar, que cuando fui a comprar, me dieron una bolsa tan grande (aquí viene lo jodido de ser bajita, y lo poco que piensan en nosotros) que arrastraba por el suelo.....parecía un niño con un oso de peluche....pero menos tierno.

     Segundo día, me levanto, voy al baño, y sin saber por qué, me encuentro en el suelo, debe ser que estaba comprobando si seguía tardando poco en llegar a él, pero con un "ligero" dolor bucal. Lo primero que hice fue comprobar con mi lengua, si aún tenía dientes, y sí, aún estaban ahí. Entonces como no notaba los labios, seguramente anestesiados del trompazo, me levanté para mirarme al espejo, esperando encontrar sangre....¡pero no!, más bien parecía Carmen de Mairena, pero en Pigmeo. 

     Horas después, vienen a recoger una fotocopiadora a mi negocio, para llevársela, y justo cuando la sacaban por la puerta, el repartidor, en este caso, recogedor, pierde el control, cae de espaldas en mitad de la calle y la fotocopiadora encima de su pierna....en ese momento, me sentí como en el Show de Truman, pensando que todo era un montaje para ver qué cara ponía yo...pues ya os lo digo: una mezcla entre Mr. Bean y el cangrejo de la Sirenita.

     Tercer día, lección aprendida: no acercar la mano a la vitrocerámica, ¡duele!, bueno, ¡y quema!y aún más, cuando abres el grifo, y el agua que sale, no es precisamente fría....😒

     Hoy es el cuarto día.....y todo está tranquilo en el frente....así que no gritaré muy alto, no vaya a ser, que invoque a los "demonios". 😈

     Mañana será otro día, y sea como sea, seguro que aprenderé, a las buenas, o a las gafes.

    

     
     
     

jueves, 23 de junio de 2016

Noche mágica, llena de recuerdos.




     Una vez más termina una jornada de trabajo, vivencias y descubrimientos,       y mientras suena la banda sonora de la gran película, “Una mente maravillosa”, y oigo de fondo los petardos de la celebración de San Juan en mi barrio, “Las Casicas”, que así se llama, un montón de recuerdos y pensamientos, invaden mi cabeza, y mi alma.

     Esta tarde, buscando unas cosas en la finca de mis padres, entre las cajas que voy acumulando con recuerdos de mi vida, ha aparecido ante mi, una camiseta muy especial, la de mi primera peña, “Éxtasis”…sí, ya se que el nombre se las trae, pero tenéis que entenderlo, años 90, el bacalao, y no el que se come, Chimo Bayo….aunque algunas cosas, mejor no acordarse. Al verla, he vuelto de repente a ser una adolescente, (aunque creo que en el fondo nunca dejamos de serlo, pero nos toca hacer de adultos) que tenía todo un mundo por descubrir, aunque nos pensábamos que ya lo sabíamos todo….¡que ilusos, con la de cosas que hemos descubierto después!

     Miro esas fotos, y veo una cosa muy, pero que muy curiosa, y es que algunos, hoy en día, han perdido ese brillo especial en los ojos, que sólo la ilusión y la felicidad, te da. Por experiencia propia, se que nada sale como lo planeas, pero jamás se puede perder esa parte que mantiene viva la ilusión, esa llama que nos empuja a no querer dejar de aprender nunca, a que a pesar de ser adultos, todos llevamos un Peter Pan dentro, y que de un modo u otro, todos queremos volver al País de Nunca Jamás.

     Es bonito, ver a esa gente por la calle, y saludarla con un cariño especial. Soy incapaz de evitar o ignorar, a alguien que ha formado parte muy importante, en un momento tan crucial de mi vida….incluso hablo con los que ya no están….sí, vale, eso es de estar un poco…¿loca?, pero bueno, me encanta ser así, es una de mis virtudes, y no me pienso volver cuerda a estas alturas, ¡con el trabajo que me ha costado estar como un cencerro!

     Me siento orgullosa de mis amigos, de la gente que desde siempre me ha acompañado en el camino de la vida, incluso de los que me han puesto la zancadilla, aunque no me faltan ganas de darles una patada en el culo…¿y si se la doy? bueno, ¡que me disperso, y me voy del tema!, hasta de esos me enorgullezco, ya que todos y cada uno, forman parte de una historia irrepetible, única y apasionante, que fue, es y será, mi vida.

     Noche mágica, en la que quemamos todo lo malo, y hacemos lo posible por atraer lo bueno. Noche majestuosa, donde se saltan hogueras y nos purificamos con el agua del mar. Noche de ritos, donde pedimos a los espíritus que nos protejan, e intentamos impregnarnos con todo lo positivo… 
            Noche de fuego, donde cierras los ojos, y dejas que el silencio sea tu mejor consejero, para cuando vuelvas a abrirlos, sea con fuerza renovada, para seguir adelante con tu lucha diaria….por que siempre seremos guerreros, que cada año, en el ritual de San Juan, aguardaremos la purificación, la bendición de que tu mayor inspiración, sea mirar con los ojos del alma, que esos, no engañan a nadie….y sobre todo, que no me faltéis nunca, porque sin vosotros, mi vida, estaría vacía…y que el brillo de la ilusión, vuelva a vuestros ojos.

     Feliz Noche de San Juan. Feliz vida.


     Ana Marlo.

miércoles, 8 de junio de 2016

Ya voooooyyyyyy.....






        ¿Os suena de algo, el “ya voy”?, por que yo no se a vosotros, pero a mi me saca de quicio. 

Creo que es una frase, que nos implantan en el subconsciente, y que al llegar la pubertad, se nos activa, como en la película “in time”, que llegada una edad el reloj se ponía en marcha (bueno, ese reloj era más maléfico), pero por comparar. Pues eso, llegada esa aborrescencia, ese “palabro bonito”, empieza a ser usado en todo: Cielo, ¿puedes traerme la camiseta que tengo en el cajón?, contestación: ya voy... Cariñooo, (ya con tono más cabreado y habiendo pasado media hora), ¿puedes traerme la puñetera camiseta?, ellos con el mismo tono, y en la misma postura que estaban: ya voyyyyy...(encima ya lo sueltan con rintintin), y de repente, como ya llevamos mili hecha, le decimos: Anda, ¡menudo cochazo hay aparcado en la puerta!, y antes de que acabes de decir “puerta”, ya lo tienes a tu lado, así que lo miras y le dices: ¡Anda, si te puedes mover y todo! ¿me has traído la camiseta?

Da igual la pregunta que hagas, como la hagas y en el tono que la hagas, la contestación es siempre la misma. ¿Pero que pasaría si se lo hacemos nosotros?, nos ponemos en situación.

Ese sábado por la noche que quieren salir con los amigos, y además ese sábado, te toca a ti estar de taxista, (que esa es otra, pero bueno, eso ya lo hablamos en otro momento) y él ya está arreglado como una hora antes, por que está deseando verse con sus amigos. 

        -Mamá, ¿te falta mucho? Tú, que aún estás en plan cómodo, viendo una peli tranquila en el sofá, le dices: ya voy. A la media hora, ya empieza a desesperarse, y te vuelve a preguntar, ya con tono más preocupado: Mamaaaaa, pero ¿te falta mucho?, y tú con tono tranquilo y pasota, le vuelves a contestar: ya vooooy. Él que piensa: ¡ya está! verás como deja de ver la película (y tú que ya te los estás esperando) y te suelta: ¡Madre mía, que cochazo hay en la puerta! y tú le sueltas: ufff, ¡por que no has visto el que hay aparcado en la calle de atrás desde esta mañana! y antes de que termines de decir la frase, ya escuchas la puerta, por que se ha ido corriendo a ver el coche de la calle de atrás. 

Y ahí viene el momento apoteósico, cuando estás esperándolo detrás de la puerta, muerta de la risa, y ves esa carita, y puedes leer perfectamente lo que está pensando, aunque hay algunas cosas que mejor no leerlas, y cuando entra cabizbajo en casa, y tú piensas que es por que se ha dado cuenta de que le has tomado el pelo, y va y te suelta: ya me lo podías haber dicho antes, se lo han llevado. En ese instante, te das cuenta, de que a pesar de creerse el Rey del Mundo, sigue siendo un niño inocente, que lucha por entenderse y coger su sitio en el mundo.

Eso si, siempre seguirá fastidiado, por que nunca vio ese “cochazo” que tú si que viste, por que ese secreto se irá contigo....bueno, ahora ya no.

lunes, 6 de junio de 2016

La etapa ARDILLA de nuestros "aborrescentes"


     




       También soy madre de un "aborrescente", que es esa edad entre los 12 y los taytantos, por qué a algunos, no se les pasa en la vida....y también es una aventura contínua, yo no tengo tiempo de aburrirme, que te lleva a ser testigo de cosas increíbles....sobre todo cuando tienen el síndrome: ARDILLA. Si, enseguida me vais a entender.

     Llega tu cumpleaños, y como sabes que mejor que tú, no te regala nadie, pues vas y te haces un regalo, unas gafas de sol, que ya te iban haciendo falta....y al tercer día, ¡no las encuentras por ningún lado! En ese momento piensas: tengo la cabeza perdida, ¡ a saber donde las he dejado!.

      Tienes que salir a trabajar fuera, y paseando de camino a tu destino, de repente ves una camiseta que hacía siglos que buscabas, y a ver, no te hace falta para vivir, pero te la compras, por que si no lo haces, seguramente, tardarás milenios en volverla a ver. Llegas con tu súper camiseta a casa, y al tercer día, vas al cajón y ¡SORPRESA!, ¡qué tampoco está!...y vuelves a pensar: madre mía, ¿donde puñetas la habré metido?, y te vas pensativa al sofá, ya preocupada por tu estado mental, o si es que a los artículos que compras últimamente, les ha dado por cobrar vida  y pirarse de tu casa (que ya no descarto nada).

     Una de tus amigas, que te nota preocupada por el asunto, y te ve desanimada, para alegrarte un poco, te invita a tomar un café, y de repente te regala un bolso deportivo, para cuando vayas a hacer deporte (ya mañana, si eso) y se lo agradeces, y te encanta. Llegas a casa toda contenta, lo guardas para estrenarlo en unos días....y cuando llegas a por ella....¿qué?, ya os lo imagináis, ¿verdad? Justo, ya no está....y ahí, empiezas a mosquearte, y se te enciende una bombillita en tu cabeza que te dice: ¿no será....? pues vamos a averiguarlo.

     Al día siguiente, sales toda decidida, y vas y te compras unas bragas, si, así tal cual, pero además de esas de cuello alto, que molan mucho. Pues oye, no te lo querrás creer, pero ¡NO DESAPARECEN! Como si las quieres tener allí años, lustros, décadas, ¡que no se mueven del sitio! Y entonces ya está claro....¡el aborrescente se está haciendo un ajuar a tu costa!

     Vas a su habitación, empiezas a abrir cajones, y donde menos te los esperas, como ardillas que guardan la comida para el invierno, ¡están todas tus cosas!, pero no sólo las que habías echado de menos, ¡noooooo! también está el hinchador de colchonetas, ¿para qué? ¡pues yo que se, pero ahí está!, el camping gas (sin el gas, claro), que oye, lo mismo es que el chiquillo se quería ir de camping y ¡lo estaba preparando por fascículos! Y como te descuides, hasta te encuentras la dentadura del abuelo, que oye, si el niño te ha salido previsor, ¡¡¡pues ya está guardando para cuando toque!!! 

     En fin...no hay día que no te sorprendas con estos aborrescentes, y lo mejor, es que no sabes cuando va a terminar esta etapa. Así que respiramos hondo, y mañana, preparados para lo que sea, que quizá hagan que el día de hoy, sea un paseo por las nubes. Ahí lo dejo...bueno, ahí lo dejo, mientras voy buscando las llaves del coche, que hace tres días que no las veo...y lo mismo es que  han cobrado vida.


     Ana Marlo.

domingo, 5 de junio de 2016

El día a día de ser bajita....capítulo 1 😁






     Ayer, fui a comprar a un supermercado cercano a mi casa, hasta aquí todo normal. Comencé a hacer la compra, como siempre, y ya sabéis, las personas bajitas, nos las apañamos con las estanterías altas....pero y ¿¿¿qué pasa con los congeladores de arcón??? Esos, esos, ¡¡¡esos los carga el diablo!!!

     Intenté coger un producto, y como no, estaba el último y atrás del todo. Pues eso...que no llegaba ni queriendo, ¡¡¡me tendría que haber metido literalmente dentro del congelador, para poder coger el puñetero producto!!! Pero en ese momento dije: Ana, utiliza el ingenio, y los productos que tienes cerca....y eso hice.

     Me fui hasta donde estaban las barras de fuet, cogí el más largo que había (en estas cosas el tamaño, sí que importa), y me dirigí de nuevo hacia el arcón congelador, y por supuesto, saludé a la cámara de seguridad que hay enfocando hacia ese aparato del demonio. 

     Una vez saludado el personal, por si revisaban la cinta, ayudada por el fuet, fui acercando el producto hacia mi, hasta que conseguí cogerlo. Devolví el fuet a su sitio, y de nuevo saludé a la cámara, con cara de satisfacción, y levantando mi dedo, en señal de OK.

     No sé si me vio alguien o no, pero así es el día a día de los bajitos, o al menos el mío. Así que, señores de los supermercados, y otras superficies, cuando coloquen las cosas, piensen, que no todos somos Romay, y tampoco Jedis, que pueden atraer hacia si las cosas, con poderes mentales....si nos ven mirando fijamente, es simplemente pensando, como carajo vamos a hacer, para poder coger el puto producto, sin perder nuestra dignidad en el camino!!!

Hasta la próxima, que seguro será pronto. 

Un besazo.