viernes, 15 de julio de 2016

Desde el alma (II)



     Lo que veis en la foto, es mi juguete de agua, el único que tuve en mi vida. Cada vez que lo miro, una parte de mi, regresa a esa infancia feliz, que a muchos se les niega.

     Esa era nuestra manera de jugar, y éramos muuuy felices. Cada vez estoy más convencida, que los adelantos, son un gran atraso....

     Mi madre me hacía la ropa, salía a jugar a la calle con mis amigos, no había lujos, pero si imaginación. No había móviles, pero todos sabíamos cómo vernos y donde. Quizá no podíamos hablar con tanta gente alrededor del mundo, pero con los que hablábamos, era mirándonos a los ojos....

     Que tiempo tan feliz, ese, en el que el mayor problema, era que no te riñesen por haberte roto el único pantalón vaquero que tenias, porque habías desobedecido al subirte a un árbol. Hoy, no se estropean la ropa, porque son seres pegados a una pantalla, y no rompen sus pantalones, pero si se están perdiendo algo muy importante: vivir y disfrutar de su infancia, esa que pasa tan deprisa, y a la que nunca volvemos, salvo el rato que cerramos los ojos, y nos trasladamos a ese tiempo, en el que fuimos inmensamente felices. En el que éramos ajenos a tanto dolor. Ese tiempo, que todo niño, de cualquier lugar del mundo, debería tener..

     Sueño con un mundo mejor. Imagino una vida sin rencores, sin maldad, sin hijos de puta, matando indiscriminadamente. Necesito creer, que algún día, todos los niños tendrán las mismas oportunidades.

     Miles de niños pierden la vida, por el sinsentido de las guerras, mientras a los nuestros, se les pasa la infancia, detrás de una pantalla.....que tristeza.

     Sueño, imagino, deseo, que algún día, exista un equilibrio, mientras, seguiré luchando desde mi humilde posición, para que así sea.

     "El amor es la fuerza más humilde, pero la más poderosa de la que dispone el mundo" (Ghandi)

     Os deseo, una feliz vida.

martes, 12 de julio de 2016

Iluminados.



        Como siempre, el mejor momento para escribir, y expresar lo que siento y pienso, es cuando estoy tranquila y relajada, en mi habitación, por la noche, en mi zona de confort. Escribir mejor o peor es lo de menos, puesto que ni soy escritora, ni pretendo serlo, únicamente mi finalidad, es dejar salir lo que me angustia, lo que me hace feliz, lo que me inquieta, o lo que me gustaría cambiar, dependiendo del momento.

     La verdad, es que en estos días, en los que parece que todos nos hemos vuelto jueces, verdugos, sabios, eruditos en muchas materias, politólogos de carrera, y sobre todo, con derecho a opinar de la vida de los demás (lo que viene siendo la vieja del visillo, pero en redes sociales), es cuando más me gusta ver la vida con humor, y con amor, porque de no ser así, estaría ya buscando un bonsái de donde poder colgarme. 

     Quizá porque soy muy optimista, me gusta seguir creyendo en lo bueno del ser humano, y que hay "joputas", porque de todo tiene que haber en este mundo, es inevitable, pero que me quedo con muchas ganas de dar sartenazos varios, es indudable, y además de los gordos. 

     Sobre todo me entristece, que los que dicen ser tolerantes, sean todo lo contrario, y además se creen poseedores de la verdad absoluta, y eso, queridos míos, no la tiene nadie, le pese a quien le pese. 

     Me gusta leer, informarme, escuchar puntos de vista totalmente diferentes, para después sacar mis propias conclusiones, pero jamás, intentaría arrastrar a nadie a mi lado a la fuerza...dicho así, parezco más bien un proyecto de Darth Vader, queriendo llevarme a alguien al lado oscuro, aunque pensándolo bien, quizá a veces estar en la oscuridad, es la mejor de las opciones, siempre y cuando, no sea en la ignorancia, que esa es la más peligrosa de las oscuridades.

     Si algo ya tenía claro, y me ha quedado más aún, en las últimas horas, es que no por tener mas  o menos estudios, se es más inteligente, transigente, comprensivo, sensible y educado, creo que eso, es algo que viene dado, y la preparación, lo potencia, sin embargo, la imbecilidad, se potencia sola, aunque yo creo, que hay algunos que han estudiado para serlo, y además se han licenciado con unas notazas increíbles, aunque hubo una asignatura, que como era optativa, y además sabían que suspenderían, pasaron de ella, y no es otra que la inteligencia emocional. Es más, creo que voy a darles la idea de fundar una ONG, a la que pueden llamar, como uno de los artículos de Pérez Reverte: Imbéciles sin fronteras. 

    Me despido por hoy, con una gran frase de Albert Einstein, que decía: educación es lo que queda, después de olvidar, lo que has aprendido en la escuela.

     No tendré carrera universitaria, pero sí tengo carrera en esta vida, y sigo creyendo en lo bueno y generoso, del ser humano...a los iluminados, los dejo que se entiendan entre ellos, que ya tienen faena.

     ¡Feliz vida!

sábado, 2 de julio de 2016

Y llega el "FINDE"...




      La verdad, es que últimamente, parece que acortamos las palabras inncecesariamente, como si nos cansase hablar bien, me explico: Holi (bueno, esta no se acorta, pero es curiosa 😳), “ara voy” (lo que de toda la vida ha sido AHORA), pere (no es Pedro en Catalán, no, es lo que viene siendo: hoy estoy perro de narices) y la que nos trae hasta aquí, FINDE….además de chorrocientas palabras más, que nos ocuparían un “finde” entero. 

     Quiero advertiros, de los peligros que os acechan, como madre licenciada, doctorada, y con varios masters, de esos seres, que tenemos como hijos. Cuidado con los aborrescentes en estos dos días que tenemos por delante, porque además de especialistas en acortar palabras, también lo son en poner ojitos tiernos, para sacar de nosotros lo que quieren, para doblegar nuestra voluntad, ¡para hacer lo que le sale de las narices vamos!…¡No os dejéis! ¡No sucumbáis a esa mirada de no haber roto un plato en su vida, que se cargan la vajilla entera en cuanto te descuides!




      
      Mi aborrescente, a pesar de tener ya veinte años, (que de la aborrescencia es difícil salir, y hay quien no lo consigue en su vida) y tener su propio coche, como todos ellos y ellas, ha pasado por esa edad, en la que tú eres su taxista particular. Nos ponemos en situación: 

     Ya es de noche. Los aborrescentes quieren salir, y ¡¡como no!!, han hecho el “sorteo” y te ha tocado hacer de taxista esta vez (bueno, esta vez y las cuarenta anteriores, y las que te quedan). ¡Que suerte la nuestra, llevar a cuatro aborrescentes en el coche, poseídos por la fiebre del sábado noche! 

        Y para ir ambientando, ya te ponen la música adecuada durante el trayecto, (sí, ¿esa que han metido a un montón de chimpancés en una cabina y se han vuelto locos haciendo mezclas y tocando botones, lo graban, lo venden y encima tienen éxito?, pues esa)  que no sabes, si tirar el CD por la ventana, frenar y que se bajen ellos, o ambas cosas.

 Pongamos a prueba nuestra paciencia una vez más, porque a veces los “findes”, se nos hacen demasiado largos.

        Padres del mundo, protejámonos unos a otros, que los aborrescentes vienes a desquiciarnos...¡sálvese quién pueda! 

        A mi, apenas me han quedado secuelas después de tantos y tantos fines de semana, como Taximadre….En fin, voy a respirar hondo, no ponerme nerviosa, tomarme una taza de gasolina y echar café al coche, que tengo el FINDE por delante, y no quiero perder el sur. 


       ¡Feliz Navidad!